La fibromialgia es una condición crónica caracterizada por dolor generalizado, fatiga, trastornos del sueño y estrés emocional. Las personas con fibromialgia pueden experimentar dolor y rigidez en todo el cuerpo, junto con síntomas como depresión, ansiedad, problemas de sueño y dificultades con el pensamiento y la concentración. También pueden presentarse hormigueo o entumecimiento en las manos y los pies, dolores de cabeza y mayores tasas de depresión mayor. Aunque no existe cura para la fibromialgia, los tratamientos buscan aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos pueden incluir medicación, terapia de conversación, ejercicio, técnicas de relajación y estrategias de autogestión. Es importante que las personas con fibromialgia trabajen de cerca con profesionales de la salud para desarrollar un plan de tratamiento personalizado.

Las causas exactas de la fibromialgia no se comprenden totalmente. Sin embargo, se cree que implica una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos. La genética puede jugar un papel, ya que la fibromialgia tiende a presentarse en familias. Traumas físicos o emocionales, como accidentes de coche, infecciones o estrés psicológico, pueden desencadenar o empeorar los síntomas. La anomalía en el procesamiento del dolor en el sistema nervioso central puede contribuir al desarrollo de la fibromialgia. Además, otras condiciones, como la artritis reumatoide o el lupus, pueden aumentar el riesgo de desarrollar fibromialgia. Si bien las causas específicas no se conocen, las investigaciones sugieren que la fibromialgia es una condición compleja con múltiples factores contribuyentes.